La Asociación Española de Municipios de Montaña quiere mostrar su preocupación ante el número de incendios que está sufriendo España este mes de julio, sobre todo en áreas rurales y de montaña, donde la población ha mermado considerablemente en los últimos años. esMONTAÑAS reclama medidas a las Comunidades Autónomas en el tratamiento y gestión de la masa forestal, clave para que la propagación de las llamas sea la menor posible.
El abandono del medio rural y el cambio climático están siendo los factores desencadenantes, sin duda, del aumento de riesgo de incendios que estamos viviendo este verano en nuestro país. Sin embargo, “el monte ya no genera riqueza como antaño. Y hoy por hoy, no hay una apuesta decidida por hacer política forestal real y efectiva”, ha explicado el presidente de esMONTAÑAS, Marcel Iglesias.
La solución no es sencilla. Pasaría por la gestión activa de los bosques, la valorización de sus recursos y la generación de riqueza y puestos de trabajo en las zonas rurales. Pero “sí que se deben adoptar medidas de forma urgente” como los desbroces de las zonas colindantes a poblaciones, el mantenimiento y la creación de cortafuegos o la mejora de las dotaciones de extinción.
La agricultura o el pastoreo son frenos perfectos para las llamas. Y es la presencia de personas realizando actividades tradicionales de aprovechamiento de los montes lo que reduce la propagación de los grandes incendios. Por ello, el abandono de las áreas rurales, lejos de ser beneficiosa para el medio ambiente, se está convirtiendo en un desastre para la conservación de nuestros ecosistemas. “No podemos evitar muchos de los incendios que ocurren en nuestro país, pero sí podemos evitar que se conviertan en grandes incendios de consecuencias catastróficas”, ha declarado Marcel Iglesias.
