En el año 2003, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 11 de diciembre como ‘Día Internacional de las Montañas’. Desde entonces cada año se aprovecha esta efeméride para sensibilizar sobre la importancia de las montañas o poner el foco en los retos y oportunidades de las zonas de montaña. En esta ocasión el tema es ‘Las mujeres mueven montañas’.
Desde la Asociación EsMontañas creemos que el día de hoy representa una gran oportunidad para empoderar a las mujeres que viven en zonas de montaña y reconocer cómo y cuánto han contribuido al desarrollo de los pueblos de montaña, para poner el foco sobre la brecha digital, la igualdad de género o la conciliación, pero, sobre todo, para dar visibilidad a las mujeres que emprenden, también en los pueblos de montaña.
Las mujeres han representado, tradicionalmente, un papel fundamental en los pueblos de montaña siendo los pilares de la unidad familiar (como amas de casa, atendiendo a las personas mayores o enfermas, colaboradoras en las labores agrícolas y ganaderas…), guardianas de la cultura y gastronomía local, conocedoras de los recursos de montaña…..
Pero las zonas de montaña no han sido ajenas a la incorporación de la mujer al mundo laboral más allá del trabajo dentro del hogar, y, por ello, en los últimos años se está desdibujando ese papel que desempeñaba, hasta hace no mucho, la mujer. Cada vez más mujeres demuestran que se puede vivir, trabajar y emprender en los pueblos, a pesar de las dificultades y escasez de servicios.
El acceso a formación, recursos, servicios, digitalización, redes sociales u oportunidades ha permitido a las ‘mujeres de montaña’ emprender no sólo en el sector agrícola o ganadero sino también en el cuidado de adultos o niños, actividades relacionadas con la construcción o el márketing, recuperación de actividades artesanales, turismo y gastronomía, sector inmobiliario o nuevas tecnologías.
Un protagonismo femenino en la economía rural que cada vez tiene más fuerza. Mujeres empoderadas, madres, empresarias que han sabido ver las necesidades de la vida en la montaña y darles una solución o han decidido apostar por el territorio, aunque su medio de vida se encuentre a kilómetros de distancia. Todo suma para el desarrollo de estos pueblos.
Sin embargo, aún existen dificultades. Tanto por ser mujer como por el propio entorno. Desde esMONTAÑAS creemos que se deben proponer medidas que favorezcan el empoderamiento, motivación y liderazgo femenino para que tome roles más allá del familiar, así como facilitar el emprendimiento hacia actividades que favorezcan la diversificación.
Mujeres de montaña que ayudan, no sólo a cambiar la percepción que se tiene de las zonas de montaña y a dar visibilidad a los retos y oportunidades que ofrecen, sino también a servir de ejemplo para las generaciones futuras.
