En 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas incluyó en el Programa 21 el documento «Ordenación de los Sistemas Frágiles: Desarrollo Sostenible de las Zonas de Montaña” (capítulo 13). El programa 21 es un plan de acción sostenible promovido por Naciones Unidas para ser ejecutado tanto a nivel local como universal en todas las zonas en las cuales ser humano podía influir en el medio ambiente. Fue a raíz de este momento cuando se empezó a incidir en la preocupación concreta de las zonas de montaña.
Gracias a este acto, se decidió declarar al año 2002 como Año Internacional de las Montañas. Y esto impulsó a que a partir de entonces se nombrase el 11 de diciembre de 2003 el primer Día Internacional de Las Montañas.
La Asociación Española de Municipios de Montaña acoge con ilusión este día que aglutina todos los esfuerzos que está realizando desde que comenzó su andadura en el año 2013. Luchamos para que todos los agentes que intervienen en la estructura de los municipios de montaña hagan una alianza para conseguir un desarrollo sostenible.
esMONTAÑAS nació gracias a la iniciativa de un grupo de alcaldes de zonas de montaña y senadores con el objetivo de unir a los municipios de montaña de España, reivindicar sus necesidades y promover las mejoras legislativas y las acciones que contribuyan a mejorar la vida de sus habitantes, frenar la despoblación de estos territorios y generar desarrollo económico y social en estos municipios.
La razón principal era descubrir que se habían tomado medidas administrativas y legislativas que afectaban a esos municipios pero sin contar con la opinión/aprobación de los habitantes que vivían en ellos.
En el Día Internacional de las Montañas volvemos a reivindicar la necesidad imperiosa de que seamos nosotros, los habitantes de los Municipios de Montaña, los que tomemos las riendas de nuestra realidad. Una realidad cada vez más preocupante por su detrimento, abandono y pobreza.
Los jóvenes, la voz de las montañas en 2019
Este 11 de diciembre de 2019 está dedicado a los jóvenes que viven en las montañas y las dificultades que afrontan a la hora de poder vivir en ellas. Su único final posible es la emigración, «la cual acarrea a su vez el abandono de la agricultura, la degradación del suelo y la pérdida de valores y tradiciones culturales».
La educación y la formación, el acceso a empleo y mejores servicios públicos podrían garantizarles un futuro mejor.
Así, en este 2019, ellos serán las voces que luchen para hacer que las montañas y sus gentes estén más presentes en agendas sostenibles, inversiones e investigaciones.
