Otra vez los incendios.
Decenas de incendios han afectado a España en las últimas semanas. Una triste situación típica de cualquier verano, pero que en esta ocasión ha comenzado con una primavera recién estrenada.
Según indican las investigaciones, muchos de ellos han sido provocados por los humanos, bien sea de manera accidental o intencionada, pero las condiciones climáticas y el abandono de los montes son los factores que determinan la facilidad con la que se extienden estos fuegos, la magnitud que alcanzan y la dificultad para apagarlos.
Desde la Asociación Española de Municipios de Montaña queremos recordar la importancia de apostar por una política forestal real y efectiva y por la puesta en valor de las zonas de montaña y sus recursos naturales.
Una gestión adecuada de los montes, desbroces de las zonas colindantes a poblaciones, el mantenimiento y la creación de cortafuegos o la mejora de las dotaciones de extinción son algunos de los elementos necesarios para mantener sanos nuestros ecosistemas. Desde esMontañas proponemos la implementación de políticas que pongan en valor la labor de las personas que viven del monte y trabajan en él, los que lo cuidan, nuestros ganaderos, agricultores y selvicultores. Políticas que incluyan el pago por servicios ambientales como método para que las prácticas sostenibles sean valoradas, que aseguren el relevo generacional. Políticas específicas para las zonas de montaña que incentiven la producción ecológica y las prácticas ambientalmente sostenibles. Políticas que permitan la vida en el medio rural a la vez que aseguren el mantenimiento del medio ambiente.
La agricultura, la selvicultura o el pastoreo son los mejores frenos para las llamas, es la presencia de personas realizando actividades sostenibles de aprovechamiento de los montes lo que reduce la propagación de los grandes incendios al generar paisajes diversos. Se ha mostrado evidente que el abandono de las áreas rurales, lejos de ser beneficiosa para el medio ambiente, se está convirtiendo en un desastre para la conservación de nuestros ecosistemas.
La solución no es sencilla. Somos conscientes de que no podemos evitar muchos de los incendios que ocurren en nuestro país, pero quizá sí que se podría evitar que se conviertan en grandes incendios de consecuencias catastróficas.