No muchas personas conocen que la resina natural es la materia prima para muchos productos. Productos cuya competencia sería el petróleo. Y si además es una materia prima que promueve una gestión sostenible de los bosques y puede ayudar a fijar población en la España vaciada, ¿a qué esperamos para fomentarla?
Antes de nada, hagamos un breve resumen de sobre la historia de este tradicional oficio: el resinero…
Hacia los años 50, España era uno de los mayores productores de resina a nivel mundial. Se trataba de una profesión dura pero sostenible, que se practicaba sobre todo en llanuras del centro de del país. Sin embargo, hacia los años 90 China y Brasil comenzaron a desbancar a nuestro país en este tipo de producción. Su mano de obra más barata que aquí sumado a que era un trabajo físico (y duro) hicieron que se este oficio se quedara únicamente de forma residual, sobre todo en la provincia de Segovia.
Pero en el año 2009, el precio del mercado internacional empezó a subir, por lo que los pueblos españoles donde había tradición resinera se platearon volver a la actividad.
«Los montes aún están preparados. Y el valor que aporta el tener un monte aprovechado para trabajar en él tiene unos beneficios innegables», explica la ingeniera de montes y responsable de proyectos la FUNDACIÓN CESEFOR, Aída Rodríguez.
Aída es en esto momentos la coordinador de dos proyectos europeos que persiguen, precisamente la reactivación de esta práctica. Por un lado, para del aprovechamientos resinero en el suroeste europeo (y con ello obtener conservación forestal y empleo) y por el otro para el impulso de productos forestales no maderables en el Mediterráneo, como es la resina.
Mil y un usos con una raíz sostenible
Rodríguez explica que tras la primera transformación de la resina se obtienen aguarrás y colofonia. Pero a partir de ahí pueden obtenerse muchos derivados. Desde pinturas y disolventes o tintas de impresión hasta adhesivos, cosmética, pasta de dientes o ceras de depilar entre muchos otros.
«La competencia son los derivados del hidrocarburo. Es decir, el petróleo», dice la coordinadora. «Si tu consumes un producto que viene del aprovechamiento natural de un territorio, la cadena de valor es bien distinta a si viene de un derivado de los hidrocarburos. Pero es la industria la que tiene que tomar la decisión de con qué producto trabajar y qué criterio tener, si es sostenibilidad o economía», añade.
¿Cuál es el precio que están poniendo la resina en el mercado los países internacionales?
Las industrias son las que tienen que decidir si elegir un producto como la resina o elegir el petróleo para crear sus productos.
Pero lo que sí es innegable es que tener un monte aprovechado tiene unos beneficios innegables. «Son acciones que tienen valor, pero no precio», dice Aída.
- Evitar riesgo de incendios
- Cuidar los montes
- Crear empleo en zonas donde muchas veces no hay otras ofertas (fija población en el territorio).
Desde la Asociación Española de Municipios de Montaña