¿Están nuestras zonas rurales preparadas para lo que podría volver a venir? ¿Hemos aprendido de la primera oleada de marzo y tomado cartas en el asunto? ¿En qué situación está la presencia de profesionales en el mundo rural? Éstas y otras preguntas tuvieron su respuesta durante el webinar sobre sanidad rural organizado por la Asociación Española de Municipios de Montaña.
Los recortes a raíz de la crisis de 2018, sobre todo en Sanidad, la dificultad que tienen estos territorios en fijar especialistas y las pocas oportunidades que tienen para poder reciclarse o para cubrir bajas son algunas de las desigualdades que ya venían sufriendo los zonas rurales y de montaña antes de la pandemia creada por el coronavirus. Sin embargo, y según explicó la consellera de Igualdad, Salud y Bienestar del Conselh Generau d’Aran, María Vergés, «el coronavirus vino para cambiarlo todo»
«La COVID-19 ha paralizado todo el servicio asistencial que no sea ella misma, con cierre de consultorios y atención médica telemática. Por lo que si la situación anterior era frágil ahora lo es aún más», explicó Vergés. Prueba de estas dificultades han sido las numerosas denuncias que ha habido por parte de los propios municipios. Sin embargo, Vergés apuntó que quizá el coronavirus también podría ser una oportunidad para cambiar algunas desigualdades en nuestros territorios o no rurales y de montaña.
Por su parte, el presidente de la Federación Provincial de Vecinos de Teruel y miembro del Consejo Aragonés de Salud, Pepe Polo, insistió en la idea de que «ser pocos no resta derechos». «La sanidad en el mundo rural es cara. Y puede llegar a ser insostenible según algún parámetro», explicó Polo.
«España no ha creado los suficientes médicos y enfermeros o los ha exportado por la razón que sea. Cuando veo lo que pasa en Castilla León donde se va a bajar de 500 a 300 centros de salud, veo que es una reestructuración que también puede afectar no sólo a Aragón sino también al resto del país».
Precisamente de Castilla y León es Rosa Arranz, fundadora de la Plataforma Ismur, Iniciativa Social Mujeres Rurales, quien recordó que una de las maneras de «hacer entender a los políticos nuestra situación» es precisamente el acudir al próximo paro que tendrá lugar el próximo 3 de octubre en la puerta de nuestros consultorios médicos de nuestros pueblos.
«Aquí tenemos unas circunstancias complicadas, con una orografía muy diversa y cada vez más una composición demográfica envejecida», explica Arranz en el webinar. «El hecho de vivir en un pueblo no quiere decir que tengamos menos derechos a la hora de un reparto justo y equilibrado»
Cosas que no se están viendo en la atención primaria acabarán yendo al hospital (con su consiguiente colapso) habiéndose podido solventar en nuestra zona básica de salud.
El aspecto más práctico de la reunión lo puso sin duda el doctor Daniel Ferrer, quien a su vez es también alcalde de la localidad de Fórnoles, en el Matarraña (Teruel). Ferrer explica cómo es su día a día trabajando en una zona rural de montaña como es esta comarca turolense, con los pocos medios y los muchos kilómetros por recorrer cada día. «Tuvimos que tomar decisiones duras a nivel de zonas de salud, pero en ningún momento nos planteamos no dar continuación a la estructura actual que tenemos en dar consultas en cada uno de nuestros pueblos», explica Ferrer.
Con este segundo webinar de esMONTAÑAS, la asociación vuelve a acercarse una vez a los problemas actuales de nuestra sociedad rural de montaña.