El Congreso de los Diputados acaba de aprobar por mayoría el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, pendiente ya solo de su último trámite en el Senado. La nueva norma aborda objetivos mínimos de reducción de emisiones para 2030 y 2050, el impulso de las energías renovables y la eficiencia energética, la movilidad sostenible, la rehabilitación de edificios y el desarrollo rural. Éstas son algunas de las claves:
Desde la Asociación Española de Municipios de Montaña queremos expresar nuestra satisfacción por este hito, ya que se trata de una gran oportunidad para el desarrollo de los pueblos de montaña de España al poner en valor precisamente la biomasa y otras medidas que apoyen a la bioeconomía como motor de desarrollo de las zonas rurales.
“Facilitar y apoyar los procesos de cuantificación de la captura de CO2 que conlleva la gestión forestal y entrar en los mercados de Carbono, con repercusión directa en el territorio, facilitará la gestión sostenible de nuestros bosques y la activación laboral en el medio rural que los custodia”,”si quien contamina paga, quien descontamina debe ser compensado” explica Marta Corella, alcaldesa de Orea y coordinadora de la Comisión de Municipios Forestales de esMONTAÑAS
La formación es otro reto que plantea esta Ley. “Tenemos la esperanza y la confianza de que estas especializaciones incluirán el estudio de los territorios, su historia ecológica y la complicada simplicidad que rige los profundos vínculos y equilibrios que existen entre actividades humanas y conservación de espacios: Esta es una de las claves de nuestro futuro”, explica Corella.
En la ley se prevén medidas para «la protección de la biodiversidad y sus hábitats frente al cambio climático». Esta parte está dirigida sobre todo a la elaboración de una estrategia específica a los ecosistemas acuáticos o dependientes del agua, sobre todo los de alta montaña.
Por otro lado, se proponen mejorar algunos datos de aquí al 2050:
- Alcanzar una penetración de energías de origen renovable en el consumo de energía final de, como mínimo, un 42%
- Conseguir un sistema eléctrico con, al menos, un 74% de generación a partir de renovables.
- También se busca mejorar la eficiencia energética disminuyendo el consumo de energía primaria en un mínimo de un 39,5% respecto a la línea de base conforme a la normativa de la Unión Europea.
Asimismo, antes de 2050 y lo antes posible, España deberá alcanzar la neutralidad climática y el sistema eléctrico deberá estar basado, exclusivamente, en fuentes de generación de origen renovable. El Consejo de Ministros podrá revisar al alza los objetivos establecidos para adaptarlos a la evolución de los avances tecnológicos y del conocimiento científico y cumplir con el Acuerdo de país y la normativa comunitaria.
El texto también recoge la creación de un Comité de Expertos de cambio climático y transición energética, de carácter independiente, responsable de evaluar y hacer recomendaciones sobre las políticas y medidas de energía y cambio climático, incluidas las normativas. Este comité elaborará anualmente un informe que será remitido al Congreso de los Diputados y sometido a debate en el mismo, con la participación del Gobierno.
«Desde la EsMontañas también nos gustaría manifestar la inclusión de agentes rurales y locales en representación de los municipios de menos de 5.000 habitantes en este nuevo organismo, con el mismo peso representativo que el porcentaje de territorio que se aporta», dice Corella.
El texto recoge como instrumentos de planificación para abordar la transición energética los Planes Nacionales Integrados de Energía y Clima (PNIEC) y la Estrategia de Descarbonización a 2050. En este sentido, el Gobierno deberá aprobar esta estrategia mediante real decreto para establecer una hoja de ruta de reducción de emisiones de GEI y de incremento de las absorciones por los sumideros del conjunto de la economía española hasta 2050.
El proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aprobado en el Congreso con competencia legislativa plena, será remitido al Senado, donde continuará su tramitación parlamentaria sin necesidad de pasar previamente por el Pleno del Congreso.
Una ley ambiciosa y necesaria, que debe crecer con las potentes raíces del territorio, que es el máximo protagonista de una transición Ecológica, Justa y Sostenible, basada en gran medida en la Bioeconomía.